viernes, 20 de enero de 2012

CONCLUIMOS EL PRIMER SEMESTRE DE ESTE CICLO INSTITUCIONAL

Pueden apreciar en la fotografia, las instalaciones del Institutum Patristicum Augustinianum, Roma, ubicado a un costado de la Columnata de la Plaza San Pedro. Todos los dias entramos y salimos en la puerta del Instituto, frecuentando las lecciones. Es un edificio regularmente pequeño de cuatro niveles. En la planta baja se ubica el Aula Magna, la libreria y otra pequeña aula de conferencias, donde además se realizan los examenes privados y las presentaciones de tesis y tesinas; en el primer nivel se encuentran la secretaria y las oficinas de los profesores. En la segunda un espacio amplio y la maquina para el café, necesario para encontrarse y saludarse mientras se deleita un café bueno, también hay otras oficinas de profesores; En el tercer nivel lo ocupa principalmente la Biblioteca, la parte mas frecuentada, ademas de las aulas; y la cuarta comprenden las aulas, siete en total.



Hoy hemos concluido las lecciones de este primer semestre. El tiempo avanza. La última lección consistió en el curso de cristologia post-calcedoniana. Con el Profesor Carlos Dell'Osso nos introdujo de manera general, porque tiempo no contabamos mas, en la figura de San Juan Damasceno. Mientras desarrollaba la lección, apoyándose en un texto griego de este Padre de la Iglesia, tenia en mis manos la maravillosa traducción lograda de nuestro querido amigo el P. Dr. Juan Pablo Torrebiarte. El profesor Dell'Osso nos decia que según él para encontrar explicación de toda duda sobre el misterio de la Encarnación del Verbo, la doble voluntad de Cristo, la doble naturaleza, la unidad de Dios, etc. podemos acudir a dos medios: El catecismo de la Iglesia Católica y a esta obra de San Juan Damasceno: De Fide Ortodoxa o La Exposición de la Fe, esto debido a que San Juan logro la síntesis de toda la teologia de ocho siglos. Les invito a leer ésta maravillosa traduccion, accesible a todos. Nuestra lección se desarrolló solamente en dos números de la misma: en L III,7 , que trata sobre la única hipóstasis compuesta del Verbo de Dios, y L III,14, sobre las voluntades y libertades de Nuestro Señor Jesucristo. Claro que en la escritura original se comprende mejor la teologia de San Juan Damasceno.