martes, 14 de julio de 2009

CUERPO INCORRUPTO DEL P. JUAN XXIII


ASI SE APRECIA EN EL INTERIOR DE LA BASILICA DE SAN PEDRO, EXPUESTO A LA PUBLICA VENERACION, EL CUERPO INCORRUPTO DEL PAPA JUAN XXIII.


BEATO JUAN XXIII (1881-1963)
Nacio en el seno de una familia numerosa campesina, de profunda raigambre cristiana. Pronto ingresó en el Seminario, donde profesó la Regla de la Orden franciscana seglar. Ordenado sacerdote, trabajó en su diócesis hasta que, en 1921, se puso al servicio de la Santa Sede. En 1958 fue elegido Papa, y sus cualidades humanas y cristianas le valieron el nombre de "papa bueno
Tras la muerte de Pío XII, fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, y tomó el nombre de Juan XXIII. Su pontificado, que duró menos de cinco años, lo presentó al mundo como una auténtica imagen del buen Pastor. Manso y atento, emprendedor y valiente, sencillo y cordial, practicó cristianamente las obras de misericordia corporales y espirituales, visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a hombres de todas las naciones y creencias, y cultivando un exquisito sentimiento de paternidad hacia todos. Su magisterio, sobre todo sus encíclicas «Pacem in terris» y «Mater et magistra», fue muy apreciado.
Convocó el Sínodo romano, instituyó una Comisión para la revisión del Código de derecho canónico y convocó el Concilio ecuménico Vaticano II. Visitó muchas parroquias de su diócesis de Roma, sobre todo las de los barrios nuevos. La gente vio en él un reflejo de la bondad de Dios y lo llamó «el Papa de la bondad». Lo sostenía un profundo espíritu de oración. Su persona, iniciadora de una gran renovación en la Iglesia, irradiaba la paz propia de quien confía siempre en el Señor. Falleció la tarde del 3 de junio de 1963.
Juan Pablo II lo beatificó el 3 de septiembre del año 2000, y estableció que su fiesta se celebre el 11 de octubre, recordando así que Juan XXIII inauguró solemnemente el Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962.


PRIMERA VISITA A LA TUMBA DE JUAN PABLO II


El pasado viernes 10 de julio, he logrado visitar la tumba del siervo de Dios Juan Pablo II, querido por todos. La tumba se encuentra en la parte baja de la Basilica. Tambien he logrado estar ante la tumba del Primer Papa de la Iglesia: San Pedro. Es muy especial notar como ambas tumbas se encuentran muy cerquitas. Como todas las tumbas, es muy sencilla y se respira un ambiente de recogimiento y oracion. He aprovechado para pedirle al siervo de Dios por todos: sacerdotes, seminaristas, religiosas, familiares y amigos, y de modo muy especial por las intenciones de nuestro Obispo en la Diocesis. De tal forma que he vuelto a cumplir mi promesa de hacerlo cuando llegara este momento. He pedido por nuestra fidelidad a Dios y nuestra perseverancia en sus caminos. Resalta tambien las tumbas del Papa Juan Pablo I y la de Pablo VI.