De la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio Porta Fidei (11 de octubre de 2011) del Sumo Pontífice Benedicto XVI con la que se convoca el Año de la fe.
"Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro (cf. Mt 10, 28). Creyeron en las palabras con las que anunciaban el Reino de Dios, que está presente y se realiza en su persona (cf. Lc 11, 20). Vivieron en comunión de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas, dejándoles una nueva regla de vida por la que serían reconocidos como sus discípulos después de su muerte (cf. Jn 13, 34-35). Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16, 15) y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de la resurrección, de la que fueron testigos fieles. (...)
A la luz de las palabras pronunciadas por el Santo Padre respecto al misterio de la vocación sacerdotal, esencial en la vida de la Iglesia, no deja de ser un gran regalo vivir el acontecimiento de una ceremonia en la que se consagran de por vida a Dios en su Iglesia para el servicio a sus hermanos. Ayer, 3 de noviembre recibieron la ordenación 31 nuevos diáconos en la Basílica de San Eugenio, Roma, conferida por Mons Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. Una celebración que invitó a rezar dando Gracias a Dios por este "Don y Misterio" como lo llamó el Beato Juan Pablo II. He podido anticipar mis sentimientos también de gratitud a Dios pensando y encomendando al nuevo diácono y los nuevos presbyteros que serán ordenados para la diócesis de Sololá Chimaltenango en la Catedral de Sololá, el próximo 17 de este mes. Desde ya muchisimas felicidades a cada uno de ellos y a sus familiares.