Hoy hemos logrado encontrarnos y saludarnos. Intercambiamos noticias y aventuras vividas cada uno. Me ha alegrado mucho enterarme del empeño apostólico que en conjunto se sigue llevando a cabo en Guatemala, en especial en nuestra Diócesis. Una realidad que se añora mucho por estas tierras. Teniendo muy presente estas realidades nos hemos dirigido con espíritu de peregrino hacia la imponente Basílica de San Pablo para agradecer a Dios y seguir encomendando todo el futuro de nuestra Iglesia en Guatemala. Claro que hemos tenido también muy presente la situación de muchas personas que sufren como consecuencia del reciente desastre que hace unos dias volvió a afectar nuestro país y en especial nuestra Diócesis. El P. Bartolo se ha emocionado muchisimo cuando se encontró ante la Basilica de San Pablo. Le ha caido muy bien para superar poco a poco la nostalgia de estar lejos. Claro que con la ayuda de Dios se irá acostumbrando. Saludos.