martes, 28 de junio de 2011

¡FELICIDADES, SANTO PADRE!: FELIZ ANIVERSARIO

En la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, el Santo Padre celebra, con toda la Iglesia, la alegria de llegar a los 60 años de sacerdocio. Desde esta sencilla página expreso mi afecto y felicitación a su persona, por este ejemplo maravilloso de fidelidad. Que dicha vivir el Magisterio de Benedicto XVI. Me uniré el dia de mañana cuando presidirá la Santa Eucaristia en la Basílica de San Pablo Extramuros. FELICIDADES SANTO PADRE.

Queridos hermanos en el ministerio episcopal y sacerdotal;
queridos hermanos y hermanas:

Para mí este es un momento de alegría y de viva gratitud (…) en particular porque ahora, al final, he podido volver una vez más a la catedral de Freising. (…) Ahora que me encuentro en esta catedral, me vienen a la memoria muchos recuerdos al ver a antiguos compañeros y a jóvenes sacerdotes que transmiten el mensaje, la antorcha de la fe. Me vienen recuerdos de mi ordenación (…): cuando estaba yo postrado en tierra y en cierto modo envuelto por las letanías de todos los santos, por la intercesión de todos los santos, caí en la cuenta de que en este camino no estamos solos, sino que el gran ejército de los santos camina con nosotros, y los santos aún vivos, los fieles de hoy y de mañana, nos sostienen y nos acompañan. Luego vino el momento de la imposición de las manos... y, por último, cuando el cardenal Faulhaber nos dijo: "Iam non dico vos servos, sed amicos", "Ya no os llamo siervos, sino amigos", experimenté la ordenación sacerdotal como inserción en la comunidad de los amigos de Jesús, llamados a estar con él y a anunciar su mensaje.

(Jueves 14 de septiembre del 2006, Catedral de Santa María y San Corbiniano, Freising)


Así nos cuenta la experiencia de la Primera Misa, en el libro "Mi vida":


“El día de la primera Misa, fuimos acogidos en todas partes --también entre personas completamente desconocidas-- con una cordialidad que hasta aquel momento no me podría haber imaginado.

“Experimenté así, muy directamente, cuán grandes esperanzas ponían los hombres en sus relaciones con el sacerdote, cuánto esperaban su bendición, que viene de la fuerza del Sacramento. No se trataba de mi persona ni la de mi hermano: ¿qué podrían significar, por sí mismos, dos hermanos como nosotros, para tanta gente que encontrábamos? Veían en nosotros a unas personas a las que Cristo había confiado una tarea para llevar su presencia entre los hombres; así, justamente porque no éramos nosotros quienes estábamos en el centro, nacían tan rápidamente relaciones de amistad”.


Dará inicio una cadena de Adoración a Jesús Eucaristía pidiendo por la santificación de los sacerdotes, y que culminará el 1 de julio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Con esta iniciativa, la Iglesia pretende homenajear al pontífice con una extraordinaria corona de oraciones y de unidad sobrenatural, capaz de mostrar el centro real de nuestra vida, de la que surge todo esfuerzo misionero y pastoral, así como el auténtico rostro de la Iglesia y sus sacerdotes.