viernes, 17 de julio de 2009

Un folleto llamado "El Sacerdocio de Cristo"




El folleto ha sido un obsequio de estas religiosas que con mucho gusto lo he leido, aprovechando siempre la lectura en italiano y lograr asimilar el idioma. Escrito por Juan Esquerda Bifet, el autor analiza a profundidad el Mensaje de Concepcion Cabrera de Armida sobre el sacerdocio ministerial. Al unisono con el mensaje del Santo Padre para el Ano Sacerdotal, se logra comprender la grandeza del sacerdocio como el verdadero "fruto del amor del corazon de Jesucristo". Motivado por este mensaje, el espiritu de las religiosas de la Cruz, como las llamamos en Guatemala, gira alrededor de esta realidad: Consagrarse por la santificacion de todos los sacerdotes. Si pueden conseguir este folleto, hace mucho bien leerlo.

Religiosas de la Cruz en Roma



FOTO DE LA SIERVA DE DIOS

CONCEPCION CABRERA DE ARMIDA

(Mexicana)



Estando en San Andres Apostol, Itzapa, en Guatemala, he tenido el gusto de atender todos los domingos a unas religiosas ubicadas en Antigua Guatemala: Las religiosas de Clausura de la Santisima Trinidad (Las Trinitarias). Ahora en Roma tengo tambien el gusto de atender por lo menos celebrar una vez por semana a otras religiosas pertenecientes a nuestra Parroquia de Santa Barbara llamadas Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazon de Jesus. En Guatemala tenemos tambien esta misma comunidad en la ciudad de Quetzaltenango (Xela). Es muy alentador descubrir el carisma especial de estas religiosas y ha sido un deceo de su fundadora (La sierva de Dios Concepcion Cabrera de Armida, una madre de familia) promover la consagracion por la santificacion de todos los sacerdotes del mundo. He aprovechado para pedirles a ellas de modo muy especial tener en sus oraciones a todos los sacerdotes de Nuestra querida Diocesis de Solola Chimaltenango. Ellas, por turno, cada una esta junto al Senor en la Eucaristia, una hora, aunque sean solo diez religiosas. Asi que queridos amigos sacerdotes sepan que en Roma estas religiosas ofrecen su vida y sus oraciones por nosotros, que maravilla saber que en la Iglesia no estamos solos, y debemos de sentir esta fuerza interior de muchas personas que por nosotros entregan su vida al Senor. Debemos saberles corresponder con nuestra fidelidad diaria de modo especial en este Ano Sacerdotal. Mil gracias a estas religiosas.