En este día, Jueves Santo, envío mis mas sinceras felicitaciones a tantos amigos sacerdotes que gastan sus vidas en distintos lugares. He logrado participar en la Misa Crismal aquí en Roma, junto a centenares de sacerdotes. La misa fue presidida por el Santo Padre, delante de quien renovamos nuestras promesas sacerdotales. Nos animó a seguir siendo fieles. Una celebración especial y emotiva, con todo una liturgia maravillosa. He encomendado a todos. Pronunció una homilía muy enriquecedora, una preciosa catequésis sobre la acción de Dios a través de los signos sacramentales, a propósito de la bendición de los Santos Oleos. Al final nos dedicó unas emotivas palabras que se los coloco. Felicidades a todos y que tengan todos una eficáz celebración de la Última Cena del Señor.
He aquí el último párrafo de la homilía del Santo Padre:
"Me dirijo finalmente a vosotros, queridos hermanos en el ministerio sacerdotal. El Jueves Santo es nuestro día de un modo particular. En la hora de la Última Cena el Señor ha instituido el sacerdocio de la Nueva Alianza. "Santifícalos en la verdad" (Jn 17, 17), ha pedido al Padre para los Apóstoles y para los sacerdotes de todos los tiempos. Con enorme gratitud por la vocación y con humildad por nuestras insuficiencias, dirijamos en esta hora nuestro "sí" a la llamada del Señor: Sí, quiero unirme íntimamente al Señor Jesús, renunciando a mí mismo… impulsado por el amor de Cristo. Amén