domingo, 27 de octubre de 2013

ULTIMOS DIAS EMOTIVOS EN ROMA

A unos dias de pasar la meta que me han trazado ya cuatro años y un poco mas atrás, luego de asimilar con espiritu de fe el paso del pontificado de Benedicto XVI al de Francisco, vivo estos últimos dias en Roma con el corazón lleno de gratitud a Dios; no es para menos, he tenido la Gracia particular junto al P. Geovanny, a tan solo dos meses y quince dias de su llegada en Roma, saludar a Su Santidad el pasado 16 de septiembre. Y ahora junto al P. Lee Adler a tan solo un mes y quince dias de su llegada. Estar ante el Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Pastor Universal de toda la Iglesia, no deja de ser un detalle maravilloso de Dios. Papa Francisco ha sabido ganarse el cariño de los fieles, haciéndose un poco más cercano a cada uno de ellos; en cada encuentro  manifiesta su deceo paterno insaciable de acercarse a cada uno. He podido contemplar la bondad, humildad y sencillez que le caracterizan. Ha sabido petentrar poco a poco en el corazón de todos buscando sensibilizar cada vez más al recogimiento interior en cada celebración. Hoy, luego de dirigirse con afecto a cada una de las familias cristianas del mundo, pidió cuidar con esmero la vida fe como fuente de la verdadera alegria en las familias y fundamento de la verdadera unidad matrimonial. Pude manifestarle mi agradecimiento por su pontificado y decirle que toda la Diócesis de Sololá Chimaltenengo, pero en especial Nuestro Seminario reza por sus intenciones cada dia y que también le queremos muchisimo. Pude también escucharle mientras se dirigía al Padre Ronald y al P. Lee refiriéndose cariñosamente a nuestro Pais Guatemala: "Guate-peor". Sepan que en nuestros corazones tremos a tantos y tantos amigos y conocidos. En cada encuentro con el Papa rezamos por nuestra querida Iglesia de Guatemala, en especial por nuestra Querida Diócesis. 


 El Papa recogido en oración luego de la Comunión

 El Santo Padre reza por todas las familias, al finalizar la Eucaristia
 Estuvo presente Mons. Mendoza.
 Mientras saludaba al P. Lee, quien le gritaba: Lo esperamos en Guatemala, y el Papa respondía: "pero no en Guate-peor"
En un momento al terminar la Santa Eucaristia: satisfechos y agradecidor por haber saludado a Su Santidad.