Luego de esperar, está por llegar la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Según se sabe, Madrid y muchisimas parróquias comienzan a recibir a los jóvenes peregrinos que decean escuchar y estar junto al Santo Padre. Esta iniciativa del Beato Juan Pablo II, ha sido y será una fuerza y una esperanza en la vida de miles de jóvenes convencidos que solamente en la fidelidad a Jesucristo se puede construir una vida solida, una vida plena en los valores humanos.
Con ilusión encomiendo para esta actividad mundial llegue a feliz término.
(coloco un pequeño texto del Santo Padre)
«Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz. Entonces comprendemos que es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva».
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