domingo, 8 de mayo de 2011

EL SANTO PADRE EN VENEZIA







Luego de la inolvidable celebración del domingo pasado con motivo de la Beatificación de Juan Pablo II, el Santo Padre está llevando a cabo su visita pastoral en uno de los lugares maravillosos de Italia: Venecia y Aquilea. Quien ha tenido la dicha de conocer Venezia sabrá que es uno de los lugares paradisíacos de Italia, además de la riqueza cultural que custodia esta región.
Antes de partir de Roma, el viernes por la tarde se ofreció al Santo Padre un concierto llevado a cabo por la orquesta y el coro del Teatro de la Ópera de Roma, por celebrar su sexto aniversario en el pontificado. Al final, luego de una sorprendente explicación por el Santo Padre sobre las piezas interpretadas, una de las cuales era de Vivaldi, veneziano, realizó la siguiente petición: " renuevo mi gratitud y pido que os acordéis de rezar por mi ministerio en la Viña del Señor".

El viaje del Santo Padre ha congregado miles y miles de catolicos por esa zona. Hoy ha pronunciado una homilia que es una riqueza maravillosa. A propósito de la desilusión y tresteza de los discípulos de Emaus, el Santo Padre remarcó el descubrimiento de la presencia del Señor en su Palabra y en la Santa Eucaristia. Les coloco un pequeño parrafo, perdón por no traducirlo pero espero puedan entender algo:

È necessario, allora, per ciascuno di noi, come è avvenuto ai due discepoli di Emmaus, lasciarsi istruire da Gesù: innanzitutto, ascoltando e amando la Parola di Dio, letta nella luce del Mistero Pasquale, perché riscaldi il nostro cuore e illumini la nostra mente, e ci aiuti ad interpretare gli avvenimenti della vita e dare loro un senso. Poi, occorre sedersi a tavola con il Signore, diventare suoi commensali, affinché la sua presenza umile nel Sacramento del suo Corpo e del suo Sangue ci restituisca lo sguardo della fede, per guardare tutto e tutti con gli occhi di Dio, nella luce del suo amore. Rimanere con Gesù che è rimasto con noi, assimilare il suo stile di vita donata, scegliere con lui la logica della comunione tra di noi, della solidarietà e della condivisione. L’Eucaristia è la massima espressione del dono che Gesù fa di se stesso ed è un invito costante a vivere la nostra esistenza nella logica eucaristica, come un dono a Dio e agli altri. "

Que disfruten las siguientes fotografias.



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